La música de cámara es un género de la música, escrita para un pequeño grupo de instrumentos, que tradicionalmente se podrían tocar en las salas de los palacios.
Hay dos detalles que permiten caracterizar con exactitud una obra de cámara:
1.- Cada músico toca una parte diferente
2.- No hay director
Los músicos deben estar colocados de tal manera que puedan mirarse entre sí, para lograr una mejor coordinación.
La palabra cámara implica que la música puede ser ejecutada en una habitación, con una atmósfera de intimidad. Es una orquesta pequeña y por lo tanto, con posibilidades de ejecutar música dentro de una sala pequeña.
No es meramente una orquesta de cuerda, porque puede haber también instrumentos de viento.
Teóricamente no hay un límite máximo de instrumentos, pero en la práctica, la mayoría de las composiciones comprenden desde dos hasta veinte y hay muchas combinaciones instrumentales, la más frecuente es el cuarteto de cuerdas; menos usuales son los instrumentos de viento y de metal.
Algunos compositores han escrito obras para grupos mixtos de vientos y cuerdas y otros para instrumentos de viento solos, aunque los instrumentos de metal prácticamente no se han utilizado, ya que su sonido potente no es adecuado para la atmósfera intimista propia del género.
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